Todo lo que debes saber sobre CFD para tus finanzas

También conocidos como Contrato por Diferencia (Contract for Difference), los CFD representan la mejor alternativa para poder realizar una inversión de manera indirecta en los diferentes mercados bursátiles que existen. Los CFD han sido considerados como la alternativa más segura a los diferentes tipos de operaciones financiares que continúan implicando las transacciones directas de activos alrededor del mundo.

Lejos de tratarse de una operación sin mayor trascendencia, lo cierto es que operar con CFD puede ser sumamente ventajoso para tus finanzas considerando la cantidad de dinero que puede generar. Lo mejor de todo es que se puede considerar como una especie de secreto bien guardado ya que a pesar de lo fácil que resulta realizar este tipo de operaciones, no muchas personas conocen al respecto.

Operar en CFD.

Para saber cómo operar en CFD, es fundamental tomar en cuenta que este no es más que un contrato con el que las diferentes partes relacionadas en la operación intercambian la diferencia entre el costo de entrada y de salida del activo subyacente sobre el cuál se ha llegado a establecer el CFD.

De esa manera, cada vez que se realiza una operación con CFDs no se venden o se compran los activos subyacentes sino que se especula sobre la dirección futura en la que se moverán sus costos respectivos. Este es el elemento que hace que semejante clase de inversión sea muchísimo más accesible para aquellos operadores que no cuentan con un buen presupuesto.

Por supuesto, la manera en que se hacen este tipo de inversiones es a través de las transacciones de contratos CFD. Por ejemplo, se compran contratos CFDs si se cree que los precios de las acciones de Apple van a subir. Lógicamente, para cerrar la operación solo deben venderse estos contratos. Y en el caso de que el precio de las acciones haya subido una vez vendidos los CFDs, podrás obtener ingresos proporcionales a esta subida de precio.}

Así mismo, existen las operaciones CFDs a la inversa, lo cual refiere a cuando en lugar de especular con una subida de precio se hace con una bajada. De esta forma, si en un momento piensas que la acción de una empresa como Amazon va a bajar, lo único que debes hacer es vender los contratos CFDs y volver a comprarlos una vez que se la baja de precio de acciones para poder cerrar la operación.

De hecho, de llegarse a dar el caso en que el precio de la acción haya bajado en el momento de la compra, podrás obtener un beneficio proporcional a la bajada de dicho precio. De cualquier manera, es necesario tomar en cuenta que en ambos escenarios podrás obtener una pérdida proporcional a las variaciones de los precios en el caso de que estos se muevan en contra a lo que especulaste previamente. 

Precios.

Al igual que los diferentes tipos de instrumentos financieros de los que puedes hacer uso, los CFDs tienen dos precios. Estos son el llamado precio de venta (bid) y el precio de compra (ask).

Llegados a este punto, vale señalar que generalmente cuando se representa el precio de un CFD, el precio vid aparece en el primer lugar mientras que el ask se posiciona en el segundo. De esta forma, puede decirse que en el caso de que los CFDs de las acciones de Google cotizan a $132 el bid y $134 el ask, se venderán sí o sí a un precio de $132 y se comprarán a un precio de $134. Se hace de esta manera con el fin de proporcionarle coherencia y estabilidad a esta clase de operaciones.

Vale destacar que la diferencia entre los diferentes precios se conoce como spread, y este se corresponde con el costo que se ha de abonar al bróker con el cuál estés trabajando por operar con este tipo de instrumento. Como puedes imaginar, una de las claves para todos los inversores es conseguir un bróker que te ofrezca el spread más económico posible para así operar de una forma más cómoda.