Faltan manos para el futuro: la construcción en La Araucanía muestra menor presencia de jóvenes y presiona el recambio laboral
- Jueves 4 de diciembre de 2025
- 16:08 hrs
El estudio “Desafíos de la empleabilidad en la población longeva”, elaborado por el Observatorio Laboral de La Araucanía, entrega datos que, si bien parecen alentadores a primera vista, abren una interrogante crucial: ¿Cuenta la región con la fuerza laboral suficiente para sostener las obras y proyectos que demandará su desarrollo en los próximos años?
Según las cifras disponibles, el 11,7% de las personas ocupadas en el sector construcción en La Araucanía tiene 60 años o más, una proporción inferior al promedio nacional, que alcanza el 15,4%. Si bien esto podría interpretarse como una ventaja relativa en términos de recambio generacional, también revela que la región depende en mayor medida de una fuerza laboral más joven, lo que la hace especialmente sensible a la disponibilidad futura de trabajadores y a la capacidad de atraer y retener talento en el sector.
La edad promedio en el sector llega a los 43,8 años, ligeramente inferior a la media nacional. La mayor parte de las personas ocupadas se concentra entre los 30 y 59 años, justamente los tramos que sostienen las obras, las faenas y los proyectos que avanzan en distintas comunas.
Sin embargo, detrás de estas cifras surge una preocupación: la presencia de trabajadores jóvenes es cada vez más reducida, mientras el país en general registra un envejecimiento sostenido. Para una industria que requiere experiencia, fuerza física y conocimientos técnicos, la baja entrada de nuevas generaciones podría transformarse en un desafío relevante a mediano plazo.
En La Araucanía, los tramos de 30 a 44 años y de 45 a 59 años concentran a más de 29 mil trabajadores del sector. Son estos grupos los que hoy sostienen la actividad, pero también quienes, transitarán hacia los segmentos de mayor edad, incrementando la presión sobre el recambio generacional y la disponibilidad futura de mano de obra.
Ante este escenario, distintos actores del sector han planteado la necesidad de atraer a más jóvenes a quienes se les pueda ofrecer rutas formativas más atractivas, programas de capacitación que incorporen tecnología, y abrir espacios de reconversión para asegurar la continuidad del rubro. La región se encuentra en un momento en que la demanda por mano de obra calificada convive con comunidades que esperan mejoras en infraestructura, conectividad y vivienda.
El panorama abre espacio para seguir observando cómo evoluciona la disponibilidad de trabajadores en la región, especialmente considerando las obras en ejecución y los proyectos previstos para los próximos años. Con una estructura etaria que muestra diferencias respecto del promedio nacional, La Araucanía enfrenta un escenario donde será relevante monitorear la participación de los distintos grupos de edad y su impacto en el desarrollo del sector.




